Blog Corral Victoria
La situación del agua en Iquique siempre ha sido crítica. El problema es histórico ya que la ciudad fue emplazada en un sector bastante desértico. Esto ha obligado a buscar fórmulas que permitan traer agua de otros lugares.
A medida que los habitantes y las actividades industriales fueron aumentando, la necesidad se fue haciendo mayor. Al comienzo, los mariscadores y pescadores originarios hidrataban su dieta con el líquido potable de los erizos y el suero del pescado. Asimismo los nativos costeros solucionaban la escasez de agua confeccionando odres de los vientres de lobos marinos. Éstos traían el vital elemento desde la desembocadura del río Loa, 135 kilómetros al sur de la bahía, para lo cual se movilizaban en balsas de cuero de lobo marino propulsadas por un remo de dos palas.
Cuando llegaron los españoles el agua comenzó a ser traída desde Pisagua Viejo y era extraída desde la desembocadura del río Tiliviche. Se utilizaban, para el efecto, las mismas balsas de cuero, pero ahora propulsadas a vela. Más adelante, para abastecer la llamada Isla del Guano, que hoy se llama Isla Serrano, se traía el agua desde Arica, que era menos salobre que la de Pisagua.
El transporte de agua se transformó, así, en una empresa que perduró hasta fines del siglo XIX. A mediados de la centuria, comenzaron a funcionar las primeras plantas desalinizadoras de agua de mar, que producían agua dulce. Sin embargo, la población prefería el agua del norte. Cerca de 1860 se explotaron algunos pozos en la localidad de La Tirana. Además, se hicieron intentos de extraer agua dulce desde la cuesta El Molle, pero sin resultados.
Los terremotos y maremotos de la segunda mitad del siglo hicieron más crítica la situación ya que destruyeron con su fuerza las instalaciones para extraer el agua del mar. En 1873 se organizó en el Callao la Tarapacá Water Company Limited, más conocida con el nombre de Empresa de Agua de Arica. Ella proveía a los puertos de Pisagua, Iquique y Mejillones del Norte, pero el agua que traía no podía utilizarse para uso doméstico porque contenía materias orgánicas. John Thomas North arrendó, entonces, un buque cisterna para abastecer a las embarcaciones que llegaban a Iquique y así disminuyó en algo la demanda. En 1875, el ingeniero Cole presentó un proyecto para traer agua desde Pica donde había abundancia gracias a los socavones existentes. Ese proyecto fracasó y se abrió un pozo en las cercanías de Pozo Almonte, el cual durante siete años proveyó de abundante agua a la zona, hasta que fue tapado por un aluvión en 1884.
Durante la emergencia provocada por la Guerra del Pacífico, la población de Iquique recibió agua a través de unas cañerías de 32 kilómetros, que se usaba normalmente para enviar el caldo de caliche desde las oficinas de la pampa al puerto. Después de la guerra las nuevas autoridades reconocieron a Mr. North como el único propietario del negocio del agua en Iquique. Una fuerte competencia se inició para conseguir el monopolio del abastecimiento el que logró el señor North gracias a sus contratos para abastecer el ferrocarril salitrero, su principal consumidor.
La ansiada meta la logró tras comprar a la viuda de su principal competidor, Don Thomas Hart, aquella compañía. North organizó, así, Tarapacá Water Works Company Limited o Compañía de Agua Potable de Tarapacá que funcionó desde 1910, habiendo iniciado sus actividades con un atractivo contrato con la municipalidad para proveerla de agua desde Pica.
La situación para el siglo XX es parte de otra historia.